Dominando la zona más elevada de la costa de Peñíscola se alza una magnífica fortificación tan bien conservada que parece recién construida. Sus muros rebosan historia y han sido testigos del reciente rodaje de Juego de Tronos, pero tiene una larga tradición cinematográfica. Aquí se rodó la grandiosa El Cid, protagonizada nada menos que por Sofía Loren y Charlton Heston hace casi 60 años.
La fortaleza se halla en una península a la que se llega por una estrecha lengua de arena que llega a desparecer los días de tormenta. Ha sido sede del jefe de la Iglesia Católica, el llamado Papa Luna, y desde el siglo XIV vela por la seguridad de los habitantes de la zona.
La propiedad del Castillo de Peñíscola fue asumida en 1294 por la Orden Militar del Temple, casi doscientos años antes del descubrimiento de América y 60 años tras la conquista por Jaime I del Reino de Valencia. Los caballeros templarios hicieron de él su hogar hasta 1307.
Con sus casi 65 metros de altura domina la vista desde la bahía y el reflejo de la luz contra la piedra labrada de sus muros por las noches atrae la soñadora mirada del viajero. También se le conoce como Castillo del Papa Luna. Este astro se encuentra representado en abundancia por todo el palacio, y el motivo no es otro que Peñiscola fue sede pontificia de Benedicto XIII, nombre que tomó Pedro Martínez de Luna cuando fue elegido Papa de la Iglesia Católica en 1394 en Aviñon. Realizó algunas obras de mejora, pero sin duda la más relevante fue el establecimiento de una biblioteca, de las más importantes de la cuenca mediterránea.