A sólo 6 kilómetros de Peñíscola se ubica la montaña conocida como La Mola en plena Sierra de Irta. Allí se alza el conjunto de la Ermita de Sant Antoni, compuesto por la ermita, la casa del ermitaño y la hospedería.
Desde tan privilegiada ubicación se ve alcanza a ver al Mediterráneo en el horizonte. Se conserva la ermita original románica, que ya era utilizada por el Papa Luna para otorgar indulgencias a los peñiscolanos durante el siglo XV.
Una plaza arbolada con un aljibe sirve de antesala de las edificaciones. El templo donde se venera a Sant Antoni dispone de coro y algunas pinturas murales, aunque bastante deterioradas.
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