A bordo de un catamarán y a escasas dos horas del puerto peñiscolano podemos navegar hasta una de las maravillas del Mediterráneo.
Reserva natural y protegidas de la acción del hombre, encontramos unas islas perdidas de origen volcánico. Están habitadas por colonias de aves marinas y unos pocos guardas.
Así pues, las Islas Columbretes son un conjunto de islotes rodeados de fondos de unos 80 metros de profundidad en un mar de intenso color azul. Además son el refugio de especies marinas cuya pesca ha ido más allá de lo razonable.